
La verdadera fe crece más profundamente no cuando la vida es perfecta sino cuando la vida es desordenada.
1. Las raíces importan más que las
Colosenses 2:6-7
6 Por eso, de la manera que recibieron a Cristo Jesús como Señor, vivan ahora en él, 7 arraigados y edificados en él, confirmados en la fe como se les enseñó y llenos de gratitud.
2. El crecimiento se da mejor en
Hechos 2:42-47
42 Se mantenían firmes en la enseñanza de los apóstoles, en la comunión, en el partimiento del pan y en la oración. 43 Todos estaban asombrados por los muchos prodigios y señales que realizaban los apóstoles. 44 Todos los creyentes estaban juntos y tenían todo en común: 45 vendían sus propiedades y posesiones, y compartían sus bienes entre sí según la necesidad de cada uno. 46 No dejaban de reunirse unánimes en el Templo ni un solo día. De casa en casa partían el pan y compartían la comida con alegría y generosidad, 47 alabando a Dios y disfrutando de la estimación general del pueblo. Y cada día el Señor añadía al grupo los que iban siendo salvos.
El crecimiento florece donde prospera la autenticidad
“No puedes crecer espiritualmente sin una conexión relacional.” — Andy Stanley
3. La vida resucitada crece incluso en las
Salmos 1:1-3
1 Dichoso es quien no sigue el consejo de los malvados, ni se detiene en la senda de los pecadores,
ni se sienta en la reunión de los burladores, 2 sino que en la Ley del Señor se deleita y día y noche medita en ella. 3 Es como el árbol plantado a la orilla de un río que, cuando llega su tiempo, da fruto
y sus hojas jamás se marchitan. Todo cuanto hace prospera.
La palabra hebrea que se usa aquí para “meditar” es hagah, y no se refiere simplemente a una reflexión silenciosa. Literalmente significa:
• Murmurar, mascullar o repetir algo en voz baja.
• Representa la imagen de alguien que rumia la verdad repetidamente, dejándola penetrar y moldear su corazón.
Ser fructífero no consiste en evitar los problemas, sino en mantenerse conectado con la fuente de la vida.
¿Y ahora qué?
• Únete a un grupo de vida. No vivas la vida solo.
El aislamiento lleva a la desesperación.
• Comprométete a pasar tiempo con Jesús a diario esta semana (lectura de las Escrituras + oración).
• Pregúntale a Jesús: ¿Dónde necesito raíces más profundas?