De Boanerges a Juan el siervo
Gustavo Zepeda
Part of Anónimo—No eres un desconocido
September 9, 2023

De Boanerges a Juan el siervo

“Y Jacobo hijo de Zebedeo; y Juan, el hermano de Jacobo (y les puso un nombre, Boanerges, que significa hijos del trueno…” —Marcos 3:17 LPP

“Señor, quieres que llamemos que baje fuego del cielo y los consuma, como también hizo Elías?”
—Lucas 9:54 LPP

“…ustedes no saben lo que piden. ¿Pueden beber la copa que estoy a punto de beber…? Y ellos dijeron: Podemos!…” —Mateo 20: 22 LPP

¿Qué apodo te pondrá hoy Jesús?

“Así que si alguno esta en Cristo, es nueva creación; las cosas viejas pasaron, he aquí ¡todas son hechas nuevas!” —2 Corintios 5:17 LPP

“Hijitos míos, les escribo estas cosas para que no pequen…” —1 Juan 2:1

“Hijitos, les escribo a ustedes porque sus pecados les han sido perdonados por Su Nombre” —1 Juan 2:12

“Hijos, es la ultima hora…” —1 Juan 2:18

“Miren, que gran amor nos ha concedido el Padre, que se nos llame hijos de Dios!” —1 Juan 3:1

“Amados, ahora somos hijos de Dios…” —1 Juan 3:2

“Hijitos míos, no amemos solo de palabra o de lengua, sino de hecho y en verdad” —1 Juan 3:18

“El anciano a la señora elegida y a sus hijos, a quienes amo en verdad…” —2 Juan 1:1

“El anciano al amado Gayo, a quien amo en verdad” —3 Juan 1:1

“Porque de tal manera amó Dios al mundo que dio a Su Hijo Unigénito, para que todo aquel que cree en El, no se pierda, sino que tenga vida eterna.” —Juan 3:16

¡Puedes cambiar y que Él se lleve la gloria!

¿CUÁL FUE LA CLAVE DE JUAN?

“Uno de sus discípulos, al cual Jesús amaba, estaba reclinado cerca del pecho de Jesús…” —Juan 13:23

“Miren, que gran amor nos ha concedido el Padre, que se nos llame hijos de Dios!” —1 Juan 3:1

“Miren, que gran amor nos ha concedido el Padre, que se nos llame hijos de Dios!” —1 Juan 3:1

¡Si eres salvo ya eres hijo de Dios…deja que Él te haga más parecido a Él!

OJO

Nada impedía a los otros 11 discípulos ser cercanos a Jesús…

¡Ten esperanza! ¡Jesús te puede cambiar!

¡Juan paso de ser un Boanerges a ser un siervo amoroso!

¿y tú por qué no…?