
1. Reconoce el
Salmo 51: 1-4
1 Ten piedad de mí, oh Dios,conforme a tu gran amor;conforme a tu misericordia, borra mis transgresiones.
2 Lávame de toda mi maldad y límpiame de mi pecado.
3 Yo reconozco mis transgresiones; siempre tengo presente mi pecado.
4 Contra ti he pecado, solo contra ti, y he hecho lo que es malo ante tus ojos;
por eso, tu sentencia es justa y tu juicio, irreprochable.
2.
Salmo 51: 10-12
10 Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio y renueva un espíritu firme dentro de mí.
11 No me alejes de tu presencia ni me quites tu Santo Espíritu.
12Devuélveme la alegría de tu salvación; que un espíritu de obediencia me sostenga.
3. Responde con una Vida de
Salmo 51: 13-17
13 Así enseñaré a los transgresores tus caminos, y los pecadores se volverán a ti.
14 Dios mío, Dios de mi salvación, líbrame de derramar sangre
y mi lengua alabará tu justicia.
15 Abre, Señor, mis labiosy mi boca proclamará tu alabanza.
16 Tú no te deleitas en los sacrificios ni te complacen los holocaustos;
de lo contrario, te los ofrecería.
17 El sacrificio que te agrada es un espíritu quebrantado;
tú, oh Dios, no desprecias al corazón quebrantado y arrepentido.
Tu fracaso no es el final, y tu derrota no es el fin de tu historia.