Como Jesús
Estar con Jesús
Pastor Luis Ortiz
February 2, 2025

Mientras caminaba, Jesús vio a un hombre llamado Mateo sentado en su cabina
de cobrador de impuestos. «Sígueme y sé mi discipulo», le dijo Jesús. Entonces Mateo se levantó y lo siguió. —Mateo 9:9

Discípulo = Aprendiz En el momento en que el aprendiz respondía al llamado de su maestro para recibir su “yugo”, su vida giraba alrededor de tres metas:

  1. ESTAR CON SU MAESTRO
  2. SER COMO SU MAESTRO
  3. HACER LAS COSAS QUE HACE SU MAESTRO

“Estar con Jesús” El llamamiento “Sígueme” implica “estar con Jesús”
En otras palabra: “ven, caminemos juntos” “ven y conoce donde y cómo vivo”
Jesús miró a su alrededor y vio que ellos lo seguían.
-¿Qué quieren? - les preguntó.
Ellos contestaron:
-Rabí -que significa “Maestro”-, ¿dónde te hospedas? -Vengan y vean - les dijo.
… y se quedaron con él. —Juan 1:38-39

Tiempo después Jesús subió a un monte y llamó a los que quería que lo
acompañaran. Todos ellos se acercaron a él. —Marcos 3:13

¡El propósito de Jesús es cultivar su compañía con nosotros! No es una fórmula de tres pasos, es más bien es una SECUENCIA No es un programa de discipulado es una PROGRESIÓN Primero, debes venir a estar con Jesús; gradualmente comenzarás a transformarte a su imagen, a ser como él. Eventualmente, es algo que no puedes evitar, y comenzarás a hacer la clase de cosas que Él hizo en este mundo.

¿Como estamos con Jesús, sin tener que ir al cielo?

¡Es posible por el Espiritu Santo que vive dentro de nosotros!

Y yo le pediré al Padre, y él les dará otro Abogado Defensor, quien estará con
ustedes para siempre. Me refiero al Espiritu Santo, quien guía a toda la verdad. El mundo no puede recibirlo porque no lo busca ni lo reconoce: pero ustedes si
lo conocen, porque ahora el vive con ustedes y después estará en ustedes. —Juan 14:16-17

La palabra “otro” significa literalmente “otro de mi”
Estar con Jesús es posible por el Espiritu Santo que literalmente es Dios como
Jesús viviendo dentro de nosotros. La habitación del Espíritu Santo en nosotros nos permite participar, de una forma misteriosa pero bella, del caudal de amor entre el Padre, el Hijo y el Espiritu Santo. Dios es una comunidad de amor recíproco; cada “miembro de la Trinidad”, es distinto, pero a la vez siguen siendo uno. Estar con el Espíritu Santo es estar con Jesús, y estar con Jesús es estar con el Padre.
ES ENTRAR EN EL FLUJO DE AMOR DE LA VIDA INTERIOR DE DIOS Jesús después de haberles dado la promesa del Espiritu Santo los llamó a permanecer en él y usó la metáfora de una viña para que comprendieran que al permanecer en el llevarían mucho fruto.

Permanezcan en mí, y yo permaneceré en ustedes. Pues una rama no puede producir fruto si la cortan de la vid, y ustedes tampoco pueden ser fructiferos a menos que permanezcan en mí. —Juan 15:4

“Permanezcan” significa literalmente “habiten”
“Hagan su hogar en mí y yo haré mi hogar en ustedes”
Todos tenemos la necesidad de un hogar, y de permanecer en el.
¿Donde estamos permaneciendo? Todos tenemos una fuente a la que estamos arraigados; una clase de configuración predeterminada a la que regresamos. UN HOGAR EMOCIONAL

Es a donde nuestra mente se dirige cuando no está ocupada con tareas; a donde nuestros sentimientos acuden cuando necesitan consuelo; a donde nuestro cuerpo va cuando tiene tiempo libre; a donde nuestro dinero va
después de pagar las cuentas. La manera de darnos cuenta donde estamos permaneciendo es observar el fruto que está produciendo nuestra permanencia en ese lugar. Lo que la Biblia llama el fruto de la carne…

Cuando ustedes siguen/permanecen los deseos de la naturaleza pecaminosa, los resultados son más que claros: inmoralidad sexual, impureza, pasiones sensuales, idolatria, hechiceria, hostilidad, peleas, celos, arrebatos de furia, ambición egoista, discordias, divisiones, envidia, borracheras, fiestas desentrenadas y otros pecados parecidos.. —Gálatas 5:19-21

En cambio la permanencia en la habitación del Espíritu Santo…
En cambio, la clase de fruto que el Espiritu Santo produce en nuestra vida es: amor, alegria, paz, paciencia, gentileza, bondad, fidelidad, humildad y control propio. ¡No existen leyes contra esas cosas! —Gálatas 5:22-23

  • ¿Donde está tu hogar emocional?

  • ¿A donde vas para hallar descanso, consuelo y gozo?

¿Cómo sería para ti hacer tu hogar en Dios? Convertir nuestro cuerpo en un templo, un lugar de coexistencia entre el cielo y la tierra es la meta del discípulo de Jesús.

A.W. Tozer lo llamó su ” comunión habitual y consciente”. Escribió: “En la esencia del Cristianismo esta Dios mismo esperando que sus hijos, los redimidos busquen fervientemente la consciencia de su presencia”. Un creyente del S.XVII conocido como Hermano Lorenzo llamaba a esta clase de vida: “LA PRACTICA DE LA PRESENCIA DE DIOS”. Estar con Jesús es solo un lindo sentimiento hasta que desarrollamos el hábito de permanecer en el. El habito solo se logra en la práctica. La repetición
constante, intencional, programada y disciplinada.

CONVIERTE A DIOS EN UN HABITO

  • ¿A donde va tu mente naturalmente?
  • ¿Cuales son tus pensamientos al levantarte y antes de dormirte?
  • ¿Donde termina tu mente “sin pensar” en ello?

Las mentes que no son dirigidas a un rumbo tienden al caos.
Lo que algunos Psiquiatras llaman “entropía psíquica”
La mente necesita ser reentrenada en la práctica de la presencia de Dios.
El Hermano Lorenzo era un lavaplatos. Tenía como máxima ambición experimentar a Dios en el caos de la cocina, con todos sus ruidos, distracciones y tension de trabajo.

Hacia el final de sus días escribió “Para mi no hay ninguna diferencia entre el tiempo de trabajar y el tiempo de orar; y en el ruido y estruendo de mi cocina, mientras que muchas personas están a la misma vez pidiendo diferentes cosas, yo poseo a Dios en una tranquilidad tan grande como si estuviera de rodillas en la calma y silencio de mi habitación”.

Al Señor he puesto siempre delante de mi;
Porque está a mi diestra, no seré conmovido. —Salmos 16:8 (RV2015)

Concentren su atención en las cosas de arriba
La mente es una puerta para el alma. —Colosenses 3:2

Nos convertimos en aquello que contemplamos.

Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él. Convertir a Dios en un hábito suena poco romántico. Y pudiera ser al principio, sin embargo, si Jesús nos llamó a permanecer en él, significa que el fruto será deleitoso. —Proverbios 23:7 (RV60)

“MUÉSTRAME LOS HÁBITOS DE UNA PERSONA Y TE MOSTRARÉ LO QUE
VERDADERAMENTE LE APASIONA”. Cuando el hábito del alma es formado, se convierte después de un tiempo en una clase de reflejo espiritual que no exigirá más de esfuerzo consiente.

Sabrás que estás practicando su presencia y adquiriendo el hábito de Dios cuando lo disfrutes y aun en tus horas más desesperantes experimentes su amor.

La recompensa de permanecer en Jesús es Jesús mismo
Recomendaciones para la práctica de su presencia:

  • Empieza por la Biblia
    Abre espacios para atenderlo a él intencionalmente
  • Elimina al enemigo que te impide desarrollar el hábito de Dios: LA PRISA
    Juan 15:4 Permanezcan en mí, y yo permaneceré en ustedes. Pues una rama no puede producir fruto si la cortan de la vid, y ustedes tampoco pueden ser fructíferos a
    menos que permanezcan en mi.
    “Permanezcan” significa literalmente “habiten”
    “Hagan su hogar en mí y yo haré mi hogar en ustedes”