
El amor de Dios en nosotros: Un llamado a vivir en comunión | 1 Juan 4:11-14
1 Juan 4:11–14 (NBLA)
11Amados, si Dios así nos amó,
también nosotros debemos amarnos unos a otros.
12A Dios nunca lo ha visto nadie. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros y Su amor se perfecciona en nosotros.
13En esto sabemos que permanecemos en Él y Él en nosotros:
en que nos ha dado de Su Espíritu.
14Y nosotros hemos visto y damos testimonio de que el Padre
envió al Hijo para ser el Salvador del mundo.
El llamado de 1 Juan 4:11-14
“Ya que Dios nos amó de esta manera, amémosnos unos a otros; aunque nadie ha visto a Dios, pero si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros y su amor se perfecciona en nosotros.”
Bosquejo:
1 El amor de Dios manifestado en nosotros (v.11)
Preguntas:
¿Como pareja, como manifiestan el amor de Dios en su matrimonio hacia otros en sus familias, trabajo e iglesia?
¿Cómo reflejas el amor de Dios en tu lugar de trabajo y en sus relaciones laborales?
¿Cuál es la evidencia que alguien permanece en Dios?
2 La manifestación de Dios en nosotros a través del amor (v.12-13)
Preguntas:
¿Como pareja, como manifiestan el amor de Dios en su matrimonio hacia otros en sus familias, trabajo e iglesia?
¿Cómo reflejas el amor de Dios en tu lugar de trabajo y en sus relaciones laborales?
¿Cuál es la evidencia que alguien permanece en Dios?
**3 El testimonio del Espíritu acerca de Jesucristo (v.14)
Preguntas
¿Cómo pueden, como pareja, ser testigos del amor de Dios y del sacrificio de su Hijo Jesucristo en su relación matrimonial, tal como lo afirma 1 Juan 4:14?
¿De qué manera pueden enseñar y demostrar a sus hijos la verdad de que Jesucristo es el Salvador del mundo, y cómo puede impactar esto en la vida de su familia?
¿Cómo podrías reflexionar sobre la afirmación de 1 Juan 4:14 de que Jesucristo es el Salvador del mundo, y cómo podrá esta verdad impactar en tu vida y en tus creencias actuales?
El llamado de 1 Juan 4:11-14
“Ya que Dios nos amó de esta manera, amémosnos unos a otros; aunque nadie ha visto a Dios, pero si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros y su amor se perfecciona en nosotros.”