
Intro
La Oración es una conexión directa con Dios.
7 Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. 8 Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. 9 ¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? 10 ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente? 11 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan? —Mateo 7:7-11
I. La Oración Persistente
“Pedid, y se os dará; buscad, y encontraréis; llamad y se os abrirá.” —Mateo 7:7
“Si no puedes parar de pensarlo, no pares de orar por ello.”
Yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él y cenaré con él y él conmigo. —Apocalipsis 3:20
Una oración persistente es una oración poderosa.
II. Oración Personal
Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abre. —Mateo 7:8
9 Quién de ustedes, si su hijo le pide pan, le da una piedra? 10 O si le pide un pescado, le da una serpiente? 11 Pues si ustedes, aun siendo malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más su Padre que está en el cielo dará cosas buenas a los que le pidan! —Mateo 7:9-11
Pues, si ustedes, aun siendo malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre celestial dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan! —Lucas 11:13
Dios Responde a nuestras oraciones, porque su Carácter es bueno.
“Haciendo la cosa correcta en el tiempo incorrecto, es incorrecto.”